¿Sabías que las propiedades que cuentan con imágenes tomadas por un fotógrafo inmobiliario son más visitadas y pueden venderse un 30% más rápido que las que no tienen fotos profesionales?
Así es. La primera impresión también es fundamental en este ámbito. Una buena presentación fotográfica de tu propiedad en venta es clave para que el potencial comprador haga clic o siga de largo en los portales.
Si no tienes conocimientos sobre este tema puede que te resulte complicado contratar un buen fotógrafo inmobiliario. En este artículo queremos facilitarte el proceso entregándote algunas recomendaciones importantes para que elijas al mejor profesional y logres vender mejor y más rápido tu propiedad.
¿Por qué contratar un fotógrafo inmobiliario?
Como te comentábamos antes, contar con un fotógrafo inmobiliario le dará una ventaja competitiva tangible a tu vivienda frente a otras propiedades en venta. Estos son algunos de los beneficios de trabajar con un profesional:
- Las buenas fotografías son un factor decisivo en la decisión de compra.
- La fotografía profesional aumenta la percepción de valor del inmueble.
- Un fotógrafo inmobiliario sabe cuál es el mejor ángulo para destacar un espacio y cuenta con el equipo necesario para realizar tomas espectaculares en alta definición.
1. Revisa su experiencia como fotógrafo inmobiliario
No basta con que el profesional sea un buen fotógrafo. Aunque tenga talento para capturar imágenes de productos, lo ideal es que tenga experiencia en fotografía de propiedades, interiores, exteriores o arquitectura. Si no sabe cómo hacer lucir un inmueble y resaltar sus atributos, puede que no sea el experto que necesitas para captar la atención de los potenciales interesados.
Conversa con él sobre su experiencia y pídele su portafolio. Si hay calidad constante en todos los trabajos que ha realizado es una muy buena señal de que dedica el mismo empeño a todos sus trabajos, independientemente del tipo de vivienda o del presupuesto de sus clientes.
Las imágenes de un fotógrafo inmobiliario deben ser llamativas, detallistas y explicativas. Si te gusta lo que ves, de seguro es lo que necesitas para mostrarle a los interesados la mejor cara de tu vivienda.
2. Pregúntale con qué equipo cuenta para hacer las fotos
Conocer el equipo con el que cuenta el fotógrafo inmobiliario para hacer las tomas te puede dar una idea de cómo será el resultado final. El equipamiento básico incluye trípode, cámara réflex y lentes angulares adecuados para fotografía inmobiliaria.
Contar con este tipo de lentes y saberlos utilizar es ideal para que la propiedad no luzca más grande de lo que realmente es. En tanto, el trípode ayuda a conseguir imágenes con más luz y nitidez.
Otro equipo fundamental con el que debe contar un buen fotógrafo inmobiliario es el de iluminación. No basta con que la vivienda tenga suficiente luz natural, debe saber combinarla con la luz interior para conseguir una buena ambientación de cada estancia. Este aspecto ayuda a enganchar a los potenciales interesados.
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3. Consulta lo tipos de tomas que puede realizar
Si tu propiedad cuenta con un amplio jardín, piscina o terraza, debes evaluar si el fotógrafo inmobiliario está dispuesto a realizar tomas exteriores al atardecer o a primeras horas de la mañana. En estos horarios las imágenes suelen ser más cálidas y vistosas. Contar con vistas espectaculares suma muchísimo cuando queremos vender una propiedad.
Y no basta con hacer las fotografías en los mejores horarios. Un profesional conoce las técnicas adecuadas para capturar cómo es el ingreso de luz en cada espacio según la orientación de la propiedad, sin que las imágenes queden quemadas u oscuras. El fotógrafo inmobiliario debe saber mostrar los detalles de cada estancia, tanto en las luces como en las sombras.
4. Infórmate sobre qué incluye el servicio de fotógrafo inmobiliario
Un buen fotógrafo inmobiliario sabe cómo arreglar un ambiente para realzar sus cualidades y minimizar aquellas características desfavorables. Por ejemplo, si el mobiliario es antiguo, es posible reorganizar el living para restarle importancia visual y destacar más bien los puntos fuertes de la estancia, tales como ventanales, cortinas nuevas, entre otros.
Lo que queremos decir es que vale la pena invertir en un fotógrafo que no solo se limite a capturar imágenes, sino que ofrezca recomendaciones para lograr una mejor composición, ya sea eliminando o agregando elementos. Esta técnica de marketing inmobiliario que ayuda a que la propiedad luzca lo mejor posible en cámara es conocida como homestaging.
Es probable que el fotógrafo inmobiliario ofrezca el servicio de homestaging como un extra, ya que implica reorganizar los ambientes, tener conocimientos de decoración y ser muy detallista.
Otros recursos bastante utilizados hoy día que ofrecen algunos fotógrafos inmobiliarios y favorecen la promoción de la propiedad son el tour virtual 360° o el drone aerovista.
Estas herramientas son un gran plus para atraer más interesados porque permiten visualizar mejor la propiedad, especialmente en tiempos de pandemia donde resulta complicado recibir visitantes.
Un buen fotógrafo inmobiliario debe ser capaz de despertar las ganas de habitar cualquier espacio.
5. Evalúa los tiempos de post producción
Al vender una propiedad, es necesario prepararla y publicarla con la misma velocidad con la que esperamos cerrar el negocio. Si el fotógrafo inmobiliario se tomará varias semanas para entregarte el reportaje, lo mejor será que elijas un profesional con menos carga de trabajo.
Si el inmueble está en muy buenas condiciones, demorará mucho menos el proceso de retoque. En este sentido, no debería tomarle más de 4 o 5 días entregar las imágenes finales.
No obstante, en la fase de post producción es determinante el equipo del fotógrafo y su dedicación. Si trabaja solo, tiene recursos muy limitados para hacer y editar las fotos o las hace muy de prisa sin cuidar los detalles, es probable que el resultado final se demore más de lo esperado o que no sea de máxima calidad.
Es importante acordar previamente con el fotógrafo inmobiliario los plazos de trabajo y de entrega. Dejen todos los acuerdos por escrito en un contrato para evitar confusiones o inconvenientes.
Conclusión
Está claro que si no tienes el tiempo o los elementos requeridos para prepararte y tomar tú mismo fotografías profesionales de la propiedad, será mucho más complicado venderla. Para un buen resultado en el menor tiempo posible, te aconsejamos contratar un fotógrafo inmobiliario.
Contar con este servicio siempre será una inversión porque le aportará muchísimo valor a la propiedad y tendrás garantías de que el inmueble va a destacar entre miles de opciones, lo que es imprescindible para vender en tiempo récord.
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